Autodolor

2006/01/26

Llegando a Carcasona

Edward John Moreton Drax Plunkett supo de Carcasona por una carta de un admirador suyo. Esa cita, escueta y sin más referencia, dice: -"En cuanto a él, nunca vino a Carcasona"-.
Así nació Camorak para la pluma de Lord Dunsany. Una haciaga visión le espolea, y quiere combatir al destino. Y el irlandés, que -para nuestro bien- desconoce que Carcassone es una bellísima ciudad fortificada francesa, finaliza su breve relato con una lacónica frase: -"Ni hay leyenda alguna, ni en verso ni entre los cantos del pueblo de las campiñas, de que alguno hubiese llegado a Carcasona."-.
Esta deliciosa fantasía se insinúa como una apología de la feliz perdición: Planteado el hado, el ser humano se muestra rebelde y decide el camino contrario. Eso es inteligencia: No por la simple cabezonería, sino por intentar romper la sentencia de un tiempo por venir.
Cual regla olímpica, donde lo importante es participar, que no el ganar, uno levanta la vista al cielo, divisa nubarrones y, exhultante, toma el camino ataviado de pantalones bermudas, camiseta promocional del supermercado de la esquina y cangrejeras como calzado. Y sonríe como un idiota.
Todo este montaje viene a cuento, y nunca mejor dicho, por el Forex. Será extraña esta palabra a quien no lo conozca. Más le vale. La tierra prometida está detrás de aquella montaña. Mañana será la siguiente colina. Repito y asevero, divisaremos Carcasona superando este collado.
¡Qué hermoso es ser humano!

2 Comments:

  • hola quien quieras qie seas mi apellido es carcasona y queria saber mi prosedencia .si queres escribirme a . jamaica_car6@hotmail.com

    By Anonymous Anónimo, at 6:32 p. m.  

  • ni se ni quiero saber tu prosedencia, ¿a quien le importa si ni siquiera lo sabes tu?

    o es tal vez el "proseso" de saber quien eres en realidad?

    un saludo

    By Anonymous Anónimo, at 11:20 p. m.  

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